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Ingenieros de la Universidad Estatal de Pensilvania, a través de la investigación de saltamontes descubrieron que producen unas partículas misteriosas que utilizan para recubrirse y que pueden ser la fuente teórica para generar futuros dispositivos de invisibilidad.
Estas curiosas partículas se llaman brocosomas y son estructuras ultradiminutas, a simple vista invisibles, y diversos estudios sugieren que contribuyen a la forma en que la luz se refleja en el cuerpo del insecto y ayuda a camuflarse o a enviar señales visuales a otros miembros de su especie.
A partir de este análisis han ideado un método para la próxima generación de dispositivos de invisibilidad, haciendo una réplica exacta de la forma de estas partículas han podido entender como absorben luz, tanto visible como ultravioleta, y es gracias al tamaño de los agujeros o poros.
Gracias a ello, el desarrollo de materiales ópticos bioinspirados pueden ser posibles, aplicaciones que van desde dispositivos de camuflaje invisibles hasta recubrimientos para recolectar energía solar de manera más eficiente. Lin Wang, investigador postdoctoral en ingeniería mecánica y autor principal del estudio asegura que: ”Este descubrimiento podría ser muy útil para la innovación tecnológica»
Fuente noticia: europapress.es