Este sábado 17 de noviembre, sucedieron dos incidentes graves contra protegidos de la Unidad Nacional de Protección en los departamentos de Caquetá y Meta.
En Florencia, Caquetá, un líder social informó que su escolta fue seguido por los mismos sujetos que, en días previos, el 5 de noviembre, atentaron contra su vida. Esta vez, los agresores pretendían realizar un ataque similar al escolta, quien se dirigía a su residencia al finalizar su jornada. Al detectar el vehículo sospechoso con los mismos ocupantes, el escolta alertó inmediatamente al beneficiario, quien activó el protocolo de emergencia a través de la Línea Vida 103.
Tras recibir la alerta, la línea de emergencia estableció comunicación con el equipo de protección y coordinó con la Policía en Florencia. Las autoridades, lideradas por el subintendente y patrulleros, rastrearon la ubicación en tiempo real del escolta, lo que permitió identificar a los ocupantes del vehículo sospechoso, quienes coincidían con la descripción de los atacantes previos. Aunque las autoridades procedieron con la retención del automóvil y un cargador de arma de fuego como evidencia, los ocupantes fueron liberados temporalmente mientras avanzan las investigaciones.
Ese mismo día, en Puerto Rico, Meta, otro defensor de derechos humanos fue víctima de un atentado mientras se desplazaba desde su finca. El vehículo en el que se desplazaba recibió varios impactos de bala, pero tanto el defensor como sus escoltas por fortuna salieron ilesos.
La Línea Vida 103, al recibir el reporte, gestionó de inmediato el apoyo de la Coordinación Regional y activó los protocolos para reforzar la protección del beneficiario. Como medida adicional de seguridad, se solicitó un vehículo de reemplazo con la empresa de alquiler para garantizar un traslado seguro.
Gracias a la intervención de las autoridades, los protocolos de seguridad y la asistencia de la Línea Vida 103, ambos protegidos se encuentran a salvo. El defensor en Meta recibió seguridad adicional para su desplazamiento hasta su residencia, donde permanece resguardado, mientras que, en Caquetá, el escolta recibió el apoyo necesario para regresar sin incidentes a su vivienda.