El primer pilar beneficiará a dos millones y medio de abuelos y abuelas que no cotizaron nunca o le robaron las cotizaciones y hoy tienen más de 65 años. Ellos se despiertan sin saber dónde van a dormir, sin saber si van a tener un bocado de pan o una cuchara de sopa, que caminan y duermen por las calles de las grandes capitales, en los pueblos y en las veredas sin vida y sin alegría. Es la oportunidad de darles una renta pensional de 232.000 pesos mensuales. Este primer pilar es, por ejemplo, para quienes trabajaron en su hogar como amas de casa, por ejemplo, y nunca cotizaron.