Mediante una estrategia que incluye operaciones integrales entre las distintas fuerzas de la Policía Nacional y las Fuerzas Militares y golpes en las rutas y sitios de embarque y tráfico, así como en colaboración con otros países para ejecutar acciones en los océanos, el actual Gobierno de Colombia se convierte en el que más toneladas de cocaína ha decomisado en la historia del país.