AGRIDULCES fueron las sensaciones que dejó el encuentro entre representantes de la Iglesia Católica y varios de los principales poderes políticos en el país. La reunión, convocada en la curia arzobispal en Bogotá por monseñor Francisco Javier Múnera, presidente de la Conferencia Episcopal, buscaba, entre otros objetivos, reunir precisamente a estos actores para abordar temas clave en torno al debate nacional a raíz de los constantes choques entre el Ejecutivo y el Legislativo.