20 años de la fuerza del amor

El pasado viernes 3 de octubre, el Royal Center de Bogotá se convirtió en una fiesta colectiva de amor, energía y resistencia. Nosotros estuvimos allí, viviendo cada segundo del concierto de Dr. Krápula, quienes celebraron los 20 años de su icónico álbum La Fuerza del Amor, y sí: fue una noche de esas que recargan de toda la energía. 

El evento arrancó con toda la vibra local gracias a Pez Errante, la banda ganadora de la convocatoria que tuvo el honor de ser el acto de apertura. Su energía fresca y su sonido alternativo encendieron la noche y marcaron el inicio de un viaje musical cargado de emoción. Luego, llegó una dosis de nostalgia con San Alejo, una de las agrupaciones pioneras del tropipop colombiano.

Al sonar temas como el diable, barman y el culevante, el público se transportó a los 2000, cuando el tripipop y la alegría eran el lenguaje común de toda una generación. Fue como abrir el baúl de los recuerdos…  Y entonces así, ¡la locura comenzó! Dr. Krápula subió al escenario con la fuerza de siempre, con ese mensaje que mezcla conciencia social, esperanza y fiesta. La banda liderada por Mario Muñoz, repasó himnos como Bam, El Pibe de mi Barrio, La Política, Somos Uno y por supuesto, La Fuerza del Amor, que retumbó en cada rincón del recinto. 

Uno de los momentos más potentes fue cuando Los Fuck New se unieron en tarima para interpretar Amanece, logrando una conexión increíble con el público. Pero la sorpresa mayor vino con La Batucada La Cuadrilla, que entró con tambores, coros y pura energía para acompañar El Pibe de mi Barrio. El Royal Center literalmente tembló: nadie se quedó quieto. Durante más de dos horas, Dr. Krápula nos recordó por qué son una de las bandas más queridas y auténticas del rock colombiano.

Entre saltos, abrazos y gritos, la gente celebró no solo una carrera musical, sino una historia de lucha, arte y comunidad. Al final, salimos con la voz ronca, los pies adoloridos y el corazón feliz. Porque si algo quedó claro esa noche es que la fuerza del amor sigue más viva que nunca —y que Dr. Krápula no solo hizo un concierto, sino un ritual de unión, música y esperanza. 

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